lunes, enero 31, 2011

Fuego y Esperanza



Las palabras siempre fueron mi arma y mi escudo,
pero llegó el día en que se desvanecieron ante mí.
No quedó nada para defenderme de la soledad
que rápida y feroz, se apoderó de mi pecho.

Sólo la luz puede proyectar las sombras,
sólo las sombras pueden hacer que la luz brille.
Cuando el resplandor es más intenso y ciega mis ojos,
los cierro con fuerza para hacer realidad un deseo.

Recogiendo y juntando las cenizas que quedaron
intentando dar forma a una nueva esperanza.
¡Que el latido de mi corazón no pare nunca!,
y su sonido haga revivir el fuego en mis venas.

Demasiado dolor ahogado en silencio,
para alguien que juró en el país de nunca jamás
Sólo soy uno más de los niños perdidos,
que busca su hogar entre unos brazos abiertos.

La oscuridad y la noche vienen a reclamar su parte,
asustado busco la luz de mi estrella de la tarde,
hasta que renazcan el sol y el día brillantes
y encuentre mi fe estrechando mi mano de nuevo

Esteve Compte

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