sábado, septiembre 29, 2007

Entre el cielo y el suelo

entre el cielo y el suelo hay algo
con tendencia a quedarse calvo
de tanto recordar
y ese algo que soy yo mismo
es un cuadro de bifrontismo
que sólo da una faz

la cara vista es un anuncio de signal
la cara oculta es la resulta
de mi idea genial de echarte
me cuesta tanto olvidarte
me cuenta tanto olvidarte
me cuesta tanto

olvidar quince mil encantos es
mucha sensatez
y no sé si seré sensato
lo que sé es que me cuesta un rato
hacer las cosas sin querer

y aunque fui yo quien decidió
que ya no más
y no me cansé se jurarte
que no habrá segunda parte
me cuesta tanto olvidarte
me cuesta tanto olvidarte
me cuesta tanto...

Mecano

Se feliz

Si la soledad te enferma el alma
si el invierno llega a tu ventana
no te abandones a la calma con la herida abierta
mejor olvidas y comienzas una vida nueva
y respira el aire puro
sin el vicio de la duda
si un día encuentras la alegria de la vida
se feliz, se feliz, se feliz, se feliz
con los colores de una mariposa
vuela entre las luces de la primavera
si te imaginas que la lluvia te desnuda
juega en los mares que despiertan a la luna
y se feliz, se feliz, se feliz, se feliz
si la soledad te enferma el alma.

Habana Blues

miércoles, septiembre 26, 2007

Ara es dema

Ara és demà.
No escalfa el foc d'ahir
ni el foc d'avui, i haurem de fer foc nou.
Del gran silenci ençà, tot el que es mou
es mou amb voluntat d'esdevenir.

I esdevindrà. Les pedres i el camí
seran el pa i la mar, i el fosc renou
d'ara mateix, el càntic que conmou,
l'àmfora nova plena de bon vi.

Ara és demà. Que ploguin noves veus
pel vespre tèrbol, que revinguin deus
desficioses d'amarar l'eixut.

Tot serà poc, i l'heura i la paret
proclamaran conjuntament el dret
de vulnerar la nova plenitud.

Miquel Martí i Pol. De Crònica de demà. Llibres del Mall, 1977

domingo, septiembre 16, 2007

Siento que voy alejándome

Siento que me voy alejando, que voy saliéndome poco a
poco, de esta realidad de las mañanas y las tardes y voy
entrando en un mundo que estoy construyéndome con mis
deseos y ansiedades y todas las cosas reprimidas que
empiezan a querer salírseme y que me empujan, casi sin
darme cuenta en la incertidumbre, allí donde deberé
quedarme sola, donde me da miedo ir porque sé que
tendré que asumir toda la responsabilidad del haberme
dado cuenta, del saber que no todo es aire y agua y pan y
leche y que hay algo más que nos rodea, que está en la
atmósfera, que nos persigue y espera para envolvernos en
esa belleza dolorosa que quisiéramos compartir y
acercarla a los demás pero que, al contrario, nos aleja, nos
hace sentirnos irreales, diferentes, como que acabáramos
de nacer a un mundo que no conocimos hasta entonces o
como que hubiésemos llegado de la estrella más cercana
o de la más lejana y estamos abiertos totalmente a las
hojas, al ruido, sintiendo derramarse la vida, sintiendo que
nos acercamos a esa, la verdadera realidad, aunque todos
crean lo contrario y nosotros no podamos explicárselos.

Claro que no somos una pompa fúnebre

Claro que no somos una pompa fúnebre,
a pesar de todas las lágrimas tragadas
estamos con la alegría de construir lo nuevo
y gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.

Usamos el derecho a la alegría,
a encontrar el amor
en la tierra lejana
y sentirnos dichosos
por habernos hallado compañero
y compartir el pan, el dolor y la cama.

Aunque nacimos para ser felices
nos vemos rodeados de tristezas y vainas,
de muertes y escondites forzados.
Huyendo como prófugos
vemos como nos nacen arrugas en la frente
y nos volvemos serios,
pero siempre por siempre
nos persigue la risa
amarrada también a los talones
y sabemos tirarnos una buena carcajada
y ser felices en la noche más honda y más cerrada,
porque estamos construidos de una gran esperanza,
de un gran optimismo que nos lleva alcanzados
y andamos la victoria colgándonos del cuello,
sonando su cencerro cada vez más sonoro
y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque somos semilla y habitación de una sonrisa
íntima
que explotará
ya pronto
en las caras
de todos.

Gioconda Belli, de El Ojo de la Mujer

sábado, septiembre 08, 2007

Ojalá

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

Silvio Rodríguez